Elena Zangeeva dio un valiente salto al dejar su puesto como Talent Partner en Bumble Inc. para cofundar su propia empresa, Kvistly.
Desde entonces, ha vivido momentos de incertidumbre en los que se preguntó si la startup podría sobrevivir. Sin embargo, a través de una mezcla de toma de riesgos, adaptabilidad e instinto, la plataforma de cuestionarios generados por IA ha surgido más fuerte que nunca.
👇🏻 Aquí comparte su historia y las lecciones de liderazgo que ha aprendido a lo largo del camino.
Adaptarse o morir – pero olvídate de la identidad de marca o corres el riesgo de perderlo todo
El pensador público Gerd Leonhard cree que los próximos 10 años traerán más cambios que los últimos 100.
Las empresas que resistan a estos cambios corren el riesgo de volverse mediocres, o peor aún, obsoletas. Si el cambio es lo único constante, la adaptabilidad es el único requisito. Esto implica revaluar constantemente el campo de juego y desprenderse de ideas en las que has invertido emocional y financieramente.
La marca que aprendió esto demasiado tarde
La espeluznante historia de cómo BlackBerry pasó de ser un negocio de 85.000 millones de dólares a desaparecer es una lección al respecto.
Tras el auge de los productos con pantalla táctil de Apple en 2007, BlackBerry sintió la presión de innovar. Pero no pudieron desprenderse de su característica más icónica: el botón. Así nació el Blackberry Storm; un confuso cruce entre una pantalla táctil y un teclado QWERTY. Era un gigantesco botón mecánico… y una gran decepción. Hacer clic era lento y difícil, lo que generó una avalancha de devoluciones y quejas.
Un año después, llegó el Storm2 con 4 botones y pantalla táctil, pero aún no dio en el blanco. Luego, en 2010, volvió al teclado con botones. Mientras tanto, los teléfonos de Apple, Samsung Electronics y Google dominaban el mercado. En 2022, la empresa cerró definitivamente su negocio de smartphones.

Fuente: AppleInsider
La marca con una crisis de identidad
Myspace sufrió el mismo destino, pero por una razón distinta: la adaptación sin rumbo.
En su apogeo, tenía más de 100 millones de usuarios y estaba valorada en 12.000 millones de dólares. Pero su incapacidad para decidir si era una red social, una plataforma musical o un centro de medios la dejó vulnerable a competidores como Meta.
La publicidad fue uno de los problemas. Tom Anderson, cofundador de MySpace, admitió más tarde: «Dejamos que los anunciantes controlaran demasiado del producto… No se trataba de la experiencia del usuario.»

Además, en 2005 la plataforma intentó reinventarse como un centro de música y entretenimiento, dejando a los usuarios que esperaban una red social decepcionados. Para 2011, había perdido más de 40 millones de usuarios y fue vendida por solo 35 millones de dólares.
Lo que está claro es esto: el futuro pertenece a los innovadores que nunca pierden de vista la esencia de su marca.
Edwin Mata: la iteración como motor de la innovación
Edwin Mata no solo es el cofundador y CEO de la plataforma de tokenización Brickken. Es un visionario del Web3 y educador, fusionando derecho y blockchain para impulsar la innovación.
🧠 A continuación, comparte su visión sobre la iteración y el aprendizaje.

En emprendimiento, no se trata de acertar una sola vez, sino de experimentar continuamente, aprender y adaptarse. Un éxito aislado puede ser resultado de la suerte, pero cuando una empresa logra escalar y mantenerse, es porque ha aprendido de miles de decisiones, iteraciones y ajustes.
Cada error, cuando se analiza adecuadamente, ofrece una valiosa lección. Los emprendedores exitosos no temen al fracaso; temen no aprender de sus fracasos. La consistencia en la toma de decisiones, la disposición a probar nuevas ideas y la capacidad para iterar rápidamente son lo que transforma una idea en un negocio sostenible.
Es fácil obsesionarse con hacer las cosas bien desde el principio, pero la verdadera magia del emprendimiento radica en el proceso. Una idea inicial rara vez es perfecta. Con el tiempo, los datos, los comentarios de los clientes y los desafíos del mercado refinan esa idea.
El éxito no es un evento único; es el resultado acumulado de miles de pequeñas victorias, correcciones de rumbo y decisiones estratégicas. En el mundo del emprendimiento, no se trata de acertar una sola vez; se trata de acertar lo suficiente para construir algo significativo y duradero.
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